Respiración
El aparato respiratorio es responsable de tu respiración y está formado por los pulmones, las vías respiratorias y la tráquea. Tu cuerpo utiliza cada respiración para llevar oxígeno a tus células, para ayudarlas a crecer, reproducirse y realizar sus diversas funciones. Los aceites esenciales como el de menta se han utilizado durante cientos de años para favorecer una respiración saludable.
CONSEJOS
- Los aceites recomendados pueden utilizarse en un difusor, inhalarse directamente de las palmas de las manos o frotarse en el pecho o los pies cuando las amenazas estacionales y ambientales son elevadas.
- Utiliza internamente aceite de menta para favorecer una función respiratoria sana.
- Para despejar y aliviar las vías respiratorias, puedes aspirar lentamente una Gota Respiratoria doTERRA en la boca. Repite cada dos horas si es necesario.
¿Cómo hace la respiración para que el oxígeno llegue a los dedos de los pies? Todo empieza por la boca y la nariz. Cuando inhalas, se contrae un músculo situado debajo de los pulmones: el diafragma. Esto hace que el aire pase por la nariz o la boca, donde se calienta. Esto es importante porque si el aire es demasiado frío o seco, puede irritarte los pulmones y causarte problemas al intentar respirar.
Desde ahí, el aire baja por la tráquea a través de dos tubos llamados bronquios hasta los pulmones. En los pulmones, los bronquios se ramifican en tubos cada vez más pequeños, los más pequeños de los cuales se llaman bronquiolos, que son tan finos como un cabello. El aire viaja a través de estos tubos hacia unas pequeñas bolsas situadas al final de cada bronquiolo, llamadas alvéolos. Los alvéolos pulmonares están rodeados de diminutos capilares tan pequeños que las células sanguíneas sólo pueden recorrerlos de una en una. Desde los alvéolos pulmonares, el oxígeno pasa a través de estos capilares, donde se une a las células sanguíneas que luego son bombeadas por el corazón, abriéndose camino por todo el cuerpo.
A medida que la sangre distribuye oxígeno a tus células, toma simultáneamente dióxido de carbono, un producto de desecho de los procesos naturales de tu cuerpo, y lo devuelve a los pulmones. A continuación, el dióxido de carbono realiza el trayecto inverso al del oxígeno y se exhala. Así es como el dióxido de carbono sale del cuerpo. Esto ocurre cuando el diafragma se relaja, lo que empuja el aire fuera de los pulmones. Este proceso ocurre miles de veces al día, normalmente sin que nos demos cuenta, a menos que se produzca una perturbación, como la tos.
Mantener sanas tus vías respiratorias es importante. Hacer ejercicio con regularidad, comer bien y dormir lo suficiente cada día son las claves para ayudar a que tu sistema respiratorio funcione correctamente. Los aceites esenciales también pueden favorecer la sensación de vías respiratorias libres y una respiración fácil.* Si buscas una buena forma de ayudar a tu sistema respiratorio, prueba aceites como el de Menta, doTERRA On Guard® Limón o Cardamomo.* También puedes usar doTERRA Aire en la Piel® o Eucalipto (diluido con aceite de coco fraccionado) para una sensación refrescante y calmante.
Si un cambio de estación puede prepararte para los problemas, prueba TriEase® Mezcla Estacional en cápsulas blandas a diario para apoyar tu sistema respiratorio a lo largo de las estaciones.