El Nuevo Testamento registra que los babilonios y los asirios quemaban incienso durante las ceremonias religiosas. Los antiguos egipcios utilizaban la resina en ungüentos para la piel por su fragancia aromática. Estos conocimientos ancestrales han hecho que aún hoy utilicemos el incienso. El incienso tiene propiedades calmantes y un efecto rejuvenecedor sobre la piel.

El rey entre los aceites, el incienso (Frankincense) es conocido por su efecto de apoyo a nuestra función celular. Este aceite puede llegar a las células cerebrales. Esto significa que el aceite puede proteger a las células de los daños. El aceite también puede ayudar al organismo a reparar los daños o desencadenar la autodestrucción celular (apoptosis) en las células que ya no se pueden reparar. Aplicado aromáticamente, el incienso favorece los sentimientos de paz, relajación, satisfacción y bienestar general. El incienso de dōTERRA contiene muchos componentes químicos, lo que lo convierte en un multiusos.

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Aplicaciones Aceite de incienso*

• Frótate las manos con incienso después de un largo día de jardinería para obtener un efecto cálido y calmante.
• Aplica el aceite sobre la piel para reducir las imperfecciones cutáneas.
• Para favorecer la sensación de relajación, el aceite puede aplicarse en la planta de los pies.
• Una o dos gotas de incienso en una cápsula vegetal pueden favorecer una función celular sana.

Advertencias

Posible sensibilización cutánea.
Manténgase fuera del alcance de los niños.
Si estás embarazada, en período de lactancia o bajo tratamiento médico, consulta a tu médico.
Evita el contacto con los ojos, el oído interno y las zonas sensibles.

*Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad y el producto y su funcionamiento no han sido probados por la NVWA. Si estás enfermo, consulta siempre a un médico.